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Fumigaciones realizadas por profesionales, todo lo que debes de saber

Qué es la fumigación

La fumigación es la técnica de control de plagas utilizada por cualquier empresa de fumigaciones en Sevilla y en todo el mundo. Esta se emplea en lugares cerrados como graneros, casas, oficinas o almacenes y se basa en inocular gases tóxicos que elimina eficazmente las plagas a tratar.

Si bien es cierto que la técnica inocula gases tóxicos, estos están completamente controlados. Existen multitud de mecanismos de control y actuación que permiten llevar a cabo este proceso sin daños medioambientales y en un ambiente totalmente controlado.

En cuanto a las plagas más comunes eliminadas con fumigación encontramos a todo tipo de insectos: moscas, mosquitos, chinches, garrapatas, hormigas, piojos… Además, el tiempo de fumigación varía en función de la estructura, la plaga y su nivel de intensidad pero puede llegar a durar varios días.

Tipos de fumigaciones

Fumigaciones con gas

Es el proceso más conocido y claramente el más efectivo. Su eficacia reside en que tiene efecto en la totalidad de la estancia, esto le hace ser muy efectivo contra insectos voladores como moscas o mosquitos.

Este tipo de fumigación requiere el desalojo de la estancia puesto que afecta a las vías respiratorias. El proceso por el cual suele inocularse este gas tóxico es la nebulización. La nebulización busca esparcir al máximo el gas para que alcance la totalidad de la estancia y elimine eficazmente la plaga.

Fumigaciones con polvos

La fumigación con polvos es utilizada en puntos estratégicos y es efectiva contra insectos que se mueven por el suelo como hormigas o cucarachas. Cabe destacar que los puntos en donde se emplea suelen ser no visibles y que para su inoculación no hace falta desalojar la estancia puesto que no se esparce por el aire.

Fumigaciones con líquido

Este tipo de fumigación es altamente efectivo contra cucarachas y hormigas. Se emplea tanto en las esquinas como en las paredes y techos con un difusor que permite una alta precisión y que las estancias sigan siendo habitables para los humanos y mascotas.

Fumigaciones con gel

Es el método de fumigación más novedoso de los que hemos visto. El gel se sitúa en zonas de paso de los insectos o roedores. Este posee una fuerte feromona que los atrae y, a su vez, un veneno hace que mueran en 2 minutos aproximadamente.

Proceso de fumigación

Basándonos en el proceso descrito por faxsa estableceremos un proceso basado en 2 puntos clave:

Preparación para fumigar

Este proceso es el paso previo a la inoculación del compuesto químico. En primer lugar, lo más importante a seleccionar es el tipo de tratamiento. En función de la plaga y de su intensidad deberemos establecer un tipo de tratamiento acorde a las necesidades correspondientes.

Debemos buscar siempre que el proceso y el tipo de tratamiento seguido no dañe la estancia o la mercancía ni tampoco genere residuos. Además, debemos tener en cuenta los materiales de los que se compone la estancia puesto que algunos compuestos como la cera o plásticos no dejan pasar el gas.

Además, en cuanto a la forma de introducir el gas, es necesario colocar la manguera por encima justo de un ventilador en la parte superior del espacio a fumigar, esto ayudará a que el bromuro se esparza de manera más efectiva y rápida. También es necesario cubrir con un plástico la parte superior de la mercancía o muebles puesto que el bromuro puede gotear y contaminar la estancia.

Previamente a la fumigación debe medirse correcta y exhaustivamente el espacio a fumigar, puesto que un error de centímetros puede implicar un error de hasta un 15% en la dosis. Esto hace que la medición sea fundamental tanto económica como medioambientalmente.

Por último, es necesaria una verificación final de todos los materiales y factores necesarios para la fumigación por gas. Así, es necesaria una comprobación de los tubos, ventiladores y la unidad de conductividad térmica. Los niveles de CO2, humedad y temperatura también deben comprobarse para asegurarnos de que sean óptimos.

Proceso de fumigación

Para la introducción del bromuro de metilo es totalmente necesario llevar una aparato respirador auto-contenido. Antes de introducir el gas deben encenderse todos los ventiladores. Una vez hecho esto se gira levemente la válvula y se hace una comprobación de posibles fugas.

Una vez comprobado que no hay fugas, procederemos a abrir la válvula de manera que se suelten entre 1,5 y 2kg de bromuro al minuto. Una vez se hayan descargado los cilindros principales, el resto del gas tardará algo más en salir. Este proceso suele tardar un máximo de 30 minutos.

Una vez finalizada la introducción del gas pasaremos a la aireación. Este proceso se basa en sacar el gas de la estancia. La salida debe conducirse hasta un espacio amplio y con ausencia de animales. Durante la aireación no se puede estar a 60 metros de la salida y es vital contar con la dirección del viento.

Tras esta aireación, se llevará a cabo un proceso de evaluación de la fumigación y se establecerá una fecha para que vuelva a estar operativa la estancia.

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